Comandante Supremo

Comandante Supremo
Chavez Vive

jueves, 17 de diciembre de 2015

Renovar y reimpulsar el chavismo




Ante el revés electoral del 6D urge crear un plan y organizar esfuerzos capaces de renovar y reimpulsar el movimiento chavista, para ganarnos al pueblo nuevamente al verdadero proyecto socialista.

Este resultado electoral es la manifestación de un descontento, ante diversos problemas en los ámbitos ético, político y económico. Aunque es un problema clave no podemos asegurar que el descontento es producto únicamente de la guerra económica, y no podemos entender la respuesta del electorado si obviamos problemas fundamentales como la corrupción, el sectarismo, la ausencia de debate de crítica, entre otros.

Esta situación nos toma por sorpresa, pero mucho más a quienes desde el poder no escucharon o sintieron lo que sucedían en las calles o simplemente lo silenciaban. Es por esto que la dirección de la revolución debe asumir con humildad y abandonar la arrogancia del poder para lograr establecer comunicación con el pueblo. Este pueblo no es el principal responsable de esta derrota electoral, lo somos nosotros desde la dirección nacional hasta los diversos movimientos y grupos políticos inscritos en el chavismo con sus respectivas cuotas de responsabilidad.

Es necesario recuperar la credibilidad de la revolución, con la acción transformadora de la dirección de la revolución y pregonando con el ejemplo, para dar la batalla política con este cuadro institucional, donde la legitimidad política de los planteamientos a dirimir con la derecha venezolana es la base fundamental para garantizar la paz, la democracia y por sobretodo la soberanía nacional.

Es necesario hablarles a los sectores del pueblo que aun creen que la derecha resolverá sus problemas, sin dar concesiones ideológicas, convenciéndolos. Para esto deben abandonarse posiciones vanguardistas y avanzar en el encuentro con el pueblo.

Defenderemos en las calles cualquier intención de establecer un neocolonialismo político y/o económico. Debe saberse que este pueblo ha desarrollado una conciencia antiimperialista muy profunda y así debemos conservarla.


¡Desechar las ilusiones, prepararse para la lucha!
¡Solo luchando junto al pueblo Venceremos!

lunes, 14 de diciembre de 2015

La Contradicción Principal Hoy en las Fuerzas Directrices de la Revolución



La derrota electoral del 6D ha explotado un arsenal de críticas internas contenidas desde hace mucho tiempo sobre la Revolución Bolivariana y muy particularmente sobre las direcciones del Estado y del Partido. Existen condiciones materiales que han generado la posibilidad de este revés electoral. Pero en este documento queremos centrarnos en la dimensión subjetiva.

Por las reacciones iniciales que culpaban al Pueblo y su posterior cambio progresivo hacia la autocrítica podemos concluir que la Dirección del Proceso no sospechaba el nivel de malestar que tenía el Pueblo ni de errores que este les señalaba. La Dirección estaba, por tanto, desconectada de lo que estaba pasando abajo en las bases. Esto lo confirma la reciente declaración del Presidente Maduro que señala que “la dirigencia se burocratizó y se elitizó”. Esta afirmación nos obliga a escudriñar al PSUV, quien debería ser la correa de transmisión entre la Dirección del Proceso y el Pueblo, o mejor dicho como lo denominó Mao, las fuerzas Directrices, por un lado y por el otro, el instrumento de control sobre la gestión Pública de cada funcionario que coloque la Revolución en cargos de Poder, desde el Presidente Nicolás Maduro hasta el último de los Concejales.

Múltiples contradicciones se han develado a lo interno del Chavismo. Esto ha generado una gran complejidad para discernir cual es la nueva dirección correcta a tomar, por lo tanto de lo que se trata es de determinar, desde una óptica científica, cuál de estas contradicciones es la principal. Identificarla y comprenderla es un paso obligatorio para poder recomponer las Condiciones Subjetivas[1], hacia una correlación de fuerzas favorables, es decir, la organización consiente para superar esta situación.

En las diversas misivas y asambleas populares, así como por medios de comunicación podemos identificar algunas denuncias comunes:

1.    La burocratización de dirigentes que, al ser cooptados por el estado, asumen la agenda de la institución y abandonan las luchas históricas y se elitizan, separándose de las masas populares y desconectando la dirigencia de sus bases. Esto denota la ausencia de mecanismos de control que detecten esta desviación y la corrijan colectiva y fraternamente.
2.    Verticalidad desde las instituciones, que se expresa en quienes y como se toman las decisiones. Un administrador de una alcaldía, por citar un ejemplo, tiene más poder que 100 concejos comunales en un municipio pues es el quien hace los presupuestos y por tanto decide a quienes se le da y en qué medida. El Pueblo está exigiendo participación y protagonismo, ambos procesos comúnmente abortados por la burocracia al alegar que el Pueblo no está preparado para discutir y decidir sobre los asuntos estratégicos.
3.    Corrupción, que se expresa en todos los niveles y abiertamente. La Corrupción es la apropiación mafiosa de capitales del erario público y ocurre frente a la ausencia de sistemas de control político, económico y cultural. Nuevamente aparece la variable “control” ausente. No hay forma de que se haga control social del Pueblo porque la administración Pública es una Caja Negra, un misterio en su funcionamiento para el Pueblo. Tenemos alcaldes que, incluso, evitan por todos los medios que se conozca a detalle el presupuesto y su ejecución, por dar un solo ejemplo.
4.    Militarización de la Política, que es la consecuencia de una cultura vertical y supresora de la democracia que se ha impuesto en el partido, al punto que el partido ha dejado de existir y se ha convertido en solo un movimiento electoral conformado, en gran medida, por funcionarios públicos subordinados a sus jefes, no al programa del partido. La “lealtad” se ha convertido en obediencia ciega, en disciplina inconsciente, so pena de ser juzgado de indisciplinado o saboteador. Se llaman a elecciones internas y se imponen candidatos. A los que surgen fuera de esa línea se les califica de traidores. Es la negación de la democracia.
5.    Arrogancia y Soberbia, en el ejercicio del poder, en el reconocimiento de la crítica y de las responsabilidades. Chávez llego al Poder porque el Pueblo tenía años sin escuchar a alguien que asumiera la responsabilidad y dijera la verdad. Si todo el tiempo se ubica la culpa afuera de la gestión del Gobierno, se asume una postura autosuficiente que cierra el paso a la crítica, prefigurando una gestión impecable, cosa extraña  y odiosa ante las grandes mayorías, lo cual redunda en la separación de la dirigencia de sus bases. Por tanto, se asume un discurso sectario. Chávez dijo en el Golpe de Timón “Esta es una Revolución Democrática, por lo tanto debemos convencer en vez de imponer”. Los medios de comunicación del Estado deben abrirse a la crítica interna porque si no lo que se comunica no se parece a la realidad que vive el Venezolano. Para esto no puede haber revolucionarios “vetados” en estos medios porque le incomode su discurso a algún ministro u otro funcionario público.

Si se observa detalladamente hay un tema común en todos estos puntos; la falta de control colectivo, o lo que es lo mismo, la falta de democracia. Es aquí donde todas estas denuncias en torno a la dirección se encuentran.

Si analizamos como se ha polarizado a lo interno del Chavismo las posturas, notaremos bien claramente dos posiciones:

1.    EL Pueblo es el Culpable porque no tuvo la suficiente conciencia para no dejarse atrapar por la guerra Económica. Igualmente son traidores y desleales los que, recibiendo beneficios votaron por la oposición. Esta postura se centra en ganar adeptos ofendiendo a los que se alejaron del Chavismo y exigiendo más disciplina y lealtad a Chávez. No quieren abrir ningún debate franco y amplio con el Pueblo y dicen que no es momento de precisar responsables. Le temen al debate, a la crítica, a la democracia cuando esta nos hace fuerte.
2.    El Pueblo no es culpable. Nos mandó un mensaje que debemos saber interpretar. Debemos iniciar un proceso de debate interno amplio, honesto, democrático, sin charretera, entre iguales. Hay que rectificar con el Pueblo, con democracia.

Como se puede observar, aquí está la diatriba más importante hoy en el Chavismo sobre la reconstrucción de las fuerza directrices. O dejamos que se imponga el ala autoritaria interna o nos abrimos a la democracia plena. He aquí la contradicción más importante a superar para poder recomponer la dirección: Autoritarismo vs Democracia. De nosotros los revolucionarios, dentro y fuera del estado, depende como se libre la misma. Hay mucha confusión y uno escucha posturas intermedias que resultan antagónicas. Es normal, porque fue un golpe duro para el cual no estábamos preparados y que aún estamos asimilando. Pero debemos tener claro que por un camino se aplastan las críticas, se producen divisiones y en poco tiempo se pierde la Presidencia de la República. Por el otro se abre una tormenta de duras verdades que canalizadas democrática y fraternalmente, con el cuidado que hay que tener con las posturas anarco pequeñoburguesas y asumiendo las acciones correspondientes no hará indestructibles.

Apuesto a que esta batalla la están ganando las fuerzas democráticas y por tanto saldremos de este nuevo revés electoral victoriosos. Pero no será nada fácil, en el camino tendrán que quedar prácticas, costumbres y sujetos antagónicos a la revolución. Y en especial, Nicolás y los líderes actuales que queden en pie porque se abran a la democracia, tendrán que lanzar por la borda aquellos lastres que nos hunden. Para esto se necesita mucho valor y honestidad.

Vamos pues a hacerlo, es el momento de depurar y transformar. No podemos dejar perder esta experiencia que es referencia mundial y acicate latinoamericano. Vamos pues a la Victoria de la Patria con la democracia revolucionaria.

Saludos,
Cjal. Sergio Sánchez


[1] Lenin denominó a la capacidad de organización y conciencia de la vanguardia, como Condiciones Subjetivas.

Nota: Si compartes este documento o crees que aporta para el debate ayudame a difundirlo. Igual estare esperando tus comentarios

jueves, 10 de diciembre de 2015

A la comunidad internacional y en especial a los pueblos que luchan por la revolución y el socialismo



“Que no muera la esperanza, el combate, ni el amor”
Alí Primera.
El 6 de Diciembre del 2015 se realizaron en Venezuela las elecciones legislativas, con una destacada participación del 75% del padrón electoral. En dichos comicios  la coalición de derecha se hizo con las dos terceras partes de la Asamblea Nacional y el chavismo pierde importantes espacios en el Poder legislativo. Cabe destacar, que la cantidad de curules obtenidos por la derecha le abre caminos para arrebatarle al pueblo venezolano las conquistas obtenidas en los últimos 17 años.
Las principales matrices impuestas por los medios internacionales al servicio imperial fueron: 1) en Venezuela existe una dictadura; 2) no hay libertad de expresión; 3) los líderes de la oposición son perseguidos políticos; 4) el Consejo Nacional Electoral es fraudulento; 5) el presidente Maduro no va a reconocer los resultados; y 6) que podrían suspender las elecciones. Los sectores de derecha del mundo jugaron a validar estas matrices y manipularon la opinión pública a su antojo.
La ofensiva iniciada en 2014 con el plan denominado “La Salida”, continuó con una despiadada guerra económica que golpeó directamente la calidad de vida y el bienestar conquistado por la Revolución. Esta ofensiva imperialista se fortaleció con una maniobra geopolítica orquestada por el imperialismo dirigida a propiciar la caída de los precios del petróleo, principal fuente de ingresos del país. A esta ofensiva se le suma la presión diplomática, política y militar desde el Gobierno de los EEUU y se declara a Venezuela como una “amenaza para su seguridad nacional”, mientras que el jefe del Comando Sur declara que habrá una “intervención militar en Venezuela si allí se presenta una crisis humanitaria”.
Es importante destacar que el Gobierno bolivariano desde sus capacidades y posibilidades de maniobra ha intentado contener los efectos del desabastecimiento, sin embargo, es necesario reconocer que dichos intentos han fracasado y se han cometido errores en el campo económico y político. En una economía capitalista los productores determinan la cantidad de productos que habrá en el mercado y en un país rentista como Venezuela, la burguesía parasitaria es quien distribuye los productos y tiene la capacidad de desestabilizar el mercado escaseando los productos de forma selectiva. Está situación llevó al pueblo a buscar salidas desesperadas para solventar la crisis impuesta.
Estos resultados adversos pone en peligro la Revolución bolivariana. Somos conscientes de por quién vienen y que trata de hacer la derecha lacaya del Imperialismo. El Poder Ejecutivo y el Poder Electoral han actuado limpiamente, en el marco de las reglas constitucionales vigentes, de una democracia burguesa y con el reconocimiento total de los gobiernos de América y el mundo. Les quedara difícil saltar la legalidad a una derecha que ha sido respetada por las fuerzas revolucionarias, pero de ellos todo se puedo esperar.
Somos conscientes del papel que ha jugado Venezuela en este momento histórico y que solo el pueblo salva al pueblo. Los hijos de Bolívar, los hijos de Chávez, creemos con firmeza que el actual momento político es una oportunidad para rectificar los errores cometidos. Creemos que esta coyuntura nos abre múltiples escenarios en los que los revolucionarios debemos profundizar nuestra capacidad de análisis, nuestra capacidad de respuesta, y nuestra unidad combativa con todas las fuerzas revolucionarias del mundo. La ofensiva contra los gobiernos progresistas y revolucionarios del continente es global lo vimos en Honduras, en Paraguay, en Argentina y quieren que pase en Venezuela, Ecuador y en Brasil. Ante este ataque nuestra respuesta debe ser la unidad de los revolucionarios, la unidad de los pueblos y debemos ver con claridad quien es el enemigo principal y  estar consientes de nuestro papel en la construcción de la Patria Grande.
El presidente Maduro es un  referente de unidad y lucha del chavismo, constituye la profundización de la Revolución. Debe significar también el ejemplo revolucionario en la lucha moral y ética, en la anticorrupción, en la construcción de valores como la solidaridad, la unidad, la inclusión, la participación y la democracia. Maduro es necesario para la rectificación y profundización revolucionaria.
Nosotros, pueblo unido y organizado, los que construimos día a día el Poder Popular no nos rendiremos hasta obtener la victoria. Somos un pueblo antimperialista, estamos listos y prestos con diversas fuerzas revolucionarias del mundo para continuar resistiendo esta ola reformista y contrarrevolucionaria y para sentar las bases del Socialismo.
Invitamos a los oprimidos y excluidos del mundo, a los ciudadanos progresistas del mundo, a participar hoy con nosotros en esta lucha, a no desmayar, a estar listos contra los ataques de la oligarquía latinoamericana y mundial contra los gobiernos progresistas y revolucionarios. Llamamos a los pueblos del mundo a estar con nosotros y dar cualquier lucha que se nos presente en los escenarios que correspondan. Recordemos que pese al asedio que se levantó contra nuestra Revolución, más de 5.500.000 personas resistieron y respaldando el socialismo en la patria de Bolívar. El momento nos exige a los pueblos dar grandes pasos en la unidad y solo así levantarnos con la victoria.
”Solo los que luchan obtienen la victoria”.
Nos declaramos en Asamblea Popular por el Golpe de timón

jueves, 12 de noviembre de 2015

En defensa de la esperanza como elemento central para superar los ataques del imperialismo.





Luego de la muerte del comandante Chávez comprendimos que se iniciaba un proceso difícil para la  Revolución Bolivariana y continental. En esa coyuntura nos encontramos en la actualidad, donde el imperialismo busca bajo cualquier forma desmoralizar, dividir y confundir al pueblo venezolano. La guerra económica y psicológica que enfrenta el pueblo todos los días es muestra de ello, pues el imperialismo y la derecha lacaya no persiguen derrocar a Maduro y colocar un nuevo presidente, no les duraría mucho la fiesta, ellos persiguen un objetivo aun mayor, quieren destruir el Sueño de pueblo al cual Chávez le dio nombre y apellido: “Socialismo Bolivariano”. Sin embargo, podemos afirmar que el pueblo aun conserva La Esperanza, esta debemos defenderla a toda costa.
Es vital mantener en el ideario colectivo del pueblo que con el socialismo y progresivamente la sociedad sin clases se vivirá mejor y que la conquista de ese objetivo supremo pasa sin duda por sus manos y por su frente. Marx nos plantea que cuando una idea se apodera de las masas ésta se convierte en fuerza objetiva, El Comandante Chávez a mi parecer logró convertir la esperanza en el Socialismo en fuerza objetiva y confirió al pueblo las herramientas con las cuales defender dicha idea, por ende sería un error dejarnos arrebatar esta gran conquista.
La subjetividad del pueblo reposa en cuatro elementos fundamentales:
1.    El Líder: Chávez antes de cambiar de plano nos bautizo y nos dijo: “Tu También Eres Chávez” y dio el primer paso, comprendió que un líder es vulnerable y limitado, pero si se dota al proceso de masas de un liderazgo colectivo las posibilidades de derrotarlo, cooptarlo o eliminarlo disminuyen. Nuestro proceso en el pasado había depositado todas sus esperanzas en las capacidades finitas del líder, en el tiempo finito del líder y en las fuerzas finitas del líder. Chávez lo comprendió, ahora para convertirnos en “millones de Chávez” no basta con el decreto, pasa por construir ese gran liderazgo colectivo en base a la verdad y a la confianza y pasa también por hacer algo que el comandante siempre practicó hay que ser líder sin dejar de ser pueblo.
2.    El Proyecto: Chávez siempre comprendió la importancia del proyecto para transmitir al pueblo una bitácora de vuelo, en cada etapa un plan, primero la doctrina EBR, luego el libro Azul, rápidamente la constituyente y acto seguido la nueva constitución que daba nacimiento a la Nueva democracia participativa y protagónica, posteriormente con golpe, paros (patronal y petrolero) y sabotaje se pusieron en la calle las perspectivas anti-imperialistas y socialistas con el PNSB (Plan Nacional Simón Bolívar) y el plan de la Patria Aun vigente hasta el 2019. En este marco es clave mantener el plan en el imaginario colectivo, no permitir que se desdibuje el objetivo estratégico, es tarea de todos los revolucionarios estudiar, socializar y luchar día a día por cada objetivo trazado en el Plan de la Patria. Generar en todos los espacios debates y acciones concretas que nos permitan ir a su vez construyendo referentes posibles para en el 2019 dar desde el gran liderazgo colectivo del pueblo un nuevo plan que nos permita seguir avanzando hacia la conquista de la suprema felicidad social.
3.    El Partido u Organización de vanguardia: Seria una utopía querer concretar un plan o querer cuajar un liderazgo genuino sin una estructura o maquinaria lo suficientemente fuerte y cohesionada para lograr tal fin, de la misma forma como para cada época histórica que atravesó la revolución Chávez la dotó de un plan, también la dotó de una estructura acorde para desarrollar dicho plan. Así que fuimos progresivamente asumiendo nuevas formas de organización cada una superior a la anterior, primero Círculos  Bolivarianos, Luego MBR200 y de allí al MVR, Chávez comprendió la importancia de la unidad, por lo cual plantea para la etapa Socialista consolidar la unidad de la izquierda diversa y con distintos matices, de allí el PSUV que aun tiene una gran deuda con el comandante Chávez y con el Pueblo Venezolano en torno a lo que debe ser, una estructura que rompa con los parámetros de la democracia liberal burguesa y haga letra viva el libro Rojo y las cinco líneas estratégicas de acción política.
4.  Discurso-acción: “La palabra sin los pasos es una palabra muerta” así dice Alí Primera y precisamente allí radica el centro de la esperanza en la concordancia del discurso y la práctica. De nada vale si el discurso tiene una orientación socialista y los pasos no van en la misma dirección, por ende es clave que cada paso que demos sea consciente y nos acerque cada día mas a donde dicen nuestros labios y a donde anhela nuestra mente, de no ser así seriamos los profetas de la resignación y conduciríamos al pueblo a su desmoralización y derrota absoluta. Es nuestro deber decirle al pueblo que “Nosotros podemos” derrotar al imperialismo que “Nosotros Podemos” construir una mejor sociedad, es decir “Nosotros Seguiremos Construyendo” la patria que soñó Chávez para nuestros hijos e hijas.

La defensa de la esperanza es un asunto de primer orden para los revolucionarios, convirtámonos en ese gran liderazgo colectivo que planteó el comandante Chávez, mantengamos en alto las banderas del socialismo Bolivariano sustentado en la democracia participativa y protagónica  y en los 5 objetivos estratégicos del Plan Patria, hagamos letra viva el Libro Rojo y las 5 líneas estratégicas de acción política, avancemos con la verdad como síntesis de discurso y  acción que moralice y fortifique los bastimentos que nos lleven a la victoria.

Carlos Rodriguez
@Carloskmarada
11-11-15