La Comuna es la organización del pueblo consciente que construye desde
su historia y con una dinámica genuina el socialismo concreto, cuyos
prinicipales elementos motorizadores son la transustanciación de la
economía y el fortalecimiento de la organización sobre la base de la
praxis revolucionaria, recordando aquella máxima del camarada Marx "El
modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida
social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre
la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que
determina su conciencia"1, en una relación dialéctica de lo colectivo y
lo individual, sin perder de vista lo local, lo nacional e
internacional.
No habrá comuna si no hay cambios estructurales en la propiedad de los
medios de producción, en las relaciones de producción, sin la superación
de la división social del trabajo que nos clasifica en unos/as que se
dedican a pensar y otros/as quehacer manual, aunado a la excesiva
especialización, separandonos de la idea de totalidad en el desarrollo
de un trabajo; no habrá comuna sin inversión productiva que responda al
plan de transición al socialismo.
No habrá comuna sin organización genuina del pueblo, que sostenga todo
el desarrollo de la vida social en las comunidades que han resuelto dar
el paso cualitativo superior hacia el socialismo; no habrá comuna sin
comuneros/as concientes, en proceso continuo de formación en lo
político-ideológico, también en proceso de formación técnica para asumir
progresivamente el gobierno comunal y la relación con otros niveles de
gobierno.
No habrá comuna sin abandonar la práctica de la formulación proyectos
para que “bajen los recursos”, sino mas bien el convencimiento de asumir
la planificación participativa para definir colectivamente el horizonte
a construir, para ello es necesario activar el proceso popular
constituyente, donde todo escenario de la vida estará en revisión
crítica y generará las necesarias propuestas para trasformar la
realidad. ; no habrá comuna sin trascender la noción de familia
(nuclear) para concebirnos como comunidad, una unidad orgánica donde no
importan los apellidos que nos diferencian porque recuperamos el sentido
de la hermandad indígena.
No habrá comuna sin desechar la imposición burocrática, el pretendido
traspaso de la racionalidad instrumental, la persistencia del aparato
burgués que divide la realidad para abordarla mediante poderes
“autonómos”(¿de quién?), luego esos poderes están subdividos a lo
interno, orientados y regulados por leyes y normas elaboradas bajo la
ética capitalista, que posee una razón que no es la nuestra, lejos del
pueblo. Cabe preguntarse, de donde viene este modo de organización de la
sociedad? ¿Cómo era la organización social y económica de nuestros/as
ancestros/as? Todo, absolutamente todo el modo de producción y por ende
de organización social ha sido impuesto, a través de las mas crueles
formas de dominación y exterminio de la cultura nuestramericana; antes
no existía el Estado, éste surge cuando surge la división de la sociedad
en clases2.
El poder ejecutivo por ejemplo, está dividido en Ministerios que
teoricamente deben “atender” diversos áreas e individuos; la ciencía y
tecnología, el trabajo, la planificación se tratan de manera separada,
además la agricultura, la alimentación y el ambiente también son
disgregados; la electricidad, el petroleo, las industrias básicas y
minerías tienen un ente ministerial cada una; por otra parte, lo social
se trata también de manera parcial, tenemos un Ministerio para la mujer,
otro para las comunas, consejos de derechos para las niñas, niños y
adolescentes, otro para la educación, otro para la educación superior,
uno para la cultural y otro para el Turismo....etc...
Esta concepción de división es heredada y asumida sin criticas
sustanciales que nos permitan revertir la situación de dispersión y de
abordaje parcelado de una realidad que es un todo, lo que a mi juicio es
una de las causas estructurales fundamentales que obstaculizan la
profundización de la revolución Bolivariana.
Ahora bien y... ¿cómo funcionan?...Los Ministerios fueron diseñados para
formular las políticas a través de sus viceministerios y diversas
direcciones, tienen además instituciones adscritas que deben “ejecutar
las políticas”, lease, fundaciones, institutos y servicios autónomos (
recordemos la división social del trabajo, los que piensan y los que
hacen en lo concreto), pero estos también tienen diversas subdivisiones,
llamadas gerencias, coordinaciones, unidades, entre otras; cuyo
objetivo es realizar las operaciones planificadas, sin embargo, en
realidad deben contratar empresas privadas para la ejecución, ya que no
tienen (por lo general) el aparato destinado para tal fin. Se supone que
en la revolución debería sustituirse la empresa privada por las
cooperativas o empresas de propiedad social, pero esto también tiene su
legislación burguesa, ¿quienes tienen opción en los procesos de
licitaciones? ¿Cómo se registra una empresa de propiedad comunal
directa?
Pues veamos detalladamente, todo ese aparataje que se erige por encima
de las comunidades, consejos comunales, comunas y ciudadanos/as y que
impone racionalidades distintas a las del pueblo, llega otra vez a manos
de los privados o de unos pocos, ahora bien, ¿el pueblo organizado
tiene la posibilidad de incidir en las políticas de la revolución? El
estado burgués no fue instaurado para ello, mas bien para concentrar el
poder en los dueños de los medios de producción, es por ello que nuestro
camarada Lenin apunta “...La revolución proletaria es imposible sin
destruir violentamente la máquina del estado burgués y sin sustituirla
por otra nueva que, según las palabras de Engels, “no es ya un Estado en
el sentido propio de la palabra3”, de tal forma que, es una tarea de
toda revolución socialista desmontar el Estado que oprime al pueblo, en
las revoluciones que llegan por la vía armada la abolición es violenta,
empero, en aquellas que llegan por la vía llamada democrática, que yo
mas bien llamaría, vía antidemocrática burguesa, la destrucción sugiere
un proceso legal conjugado con la legimidad.
Marx y Engels en el análisis detallado de la hermosa experiencia que
significó la comuna de Paris, atribuyen su mayor merito a la forma como
asumieron el poder desde visión de totalidad, superando la clásica
división de poderes y partiendo de allí proponen que la comuna debería
ser una corporación de trabajo, legislativa y ejecutiva al mismo
tiempo4.
Pero antes de la comuna de Paris en estas tierras ya vivían en comuna,
nuestros abuelos/as indigenas vivían en comunismo (algunos pueblos;
otros instalaron también sendos imperios), lo que constituyen
experiencias imprescindibles para construir el futuro ejercicio
colectivo del poder, en contraposición a la concentración propia del
estado burgués heredado. También debemos recordar y retomar, nuestras
experiencias históricas africanas, vale decir, la organización del
cumbe, quilombo o palenque, cuyos valores, dinámicas y estructura social
es elemento principal para la edificación de nuestro socialismo, como
decía Fals Borda "el socialismo raizal".Emanciparnos significa entonces,
romper progresivamente con la burocracia, con la división clásica de
poderes y con la división social del trabajo, retomar la visión de
totalidad indigena, asumir como trabajadores/as, comuneros/as un rol
protagónico desde las comunidades hasta la vida institucional, abriendo
los caminos para incidir en la formulación de políticas, ejecución,
control; es imprescindible avanzar en experiencias socioproductivas
concretas, en la estructuración interna de la comuna, en la organicidad
de los procesos, es necesario generar nuevas relaciones sociales y con
ello, una nueva vida, una nueva sociedad, comunal y socialista.
Red Nacional de Comuneros y Comuneras
1Ver Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política, K. Marx.
2V.I. Lenin. Sobre el Estado, ediciones en lenguas extrangeras, Pekin 1975. pag5.
3 V.I. Lenin, La Revolución Proletaria y el Renegado Kaustsky, editado en Pekin 1972.pág 12.
4 idem
comunacariagua@gmail.com